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La enésima ley de la educación

La LOE va a acabar con nuestro sistema de educación. La LOE atenta contra el derecho de los padres a elegir la educación de los hijos. La LOE debe quitar la selectividad y poner la reválida. La LOE va a eliminar la religión de los centros escolares españoles. Si se aprueba la LOE en los términos actuales debe ser derogada inmediatamente. Estas y otras consignas similares se vienen escuchando desde hace algún tiempo en lo que es el n-ésimo enfrentamiento entre una parte de la sociedad (representada en este caso por asociaciones de padres católicos, colegios concertados y partido popular) y el gobierno. La verdad es que viendo lo que dice la LOE y como está nuestra actual sistema educativo se me escapa donde está el problema, pero en fín, uno es corto de miras o de entendederas. Uno de los puntos de conflicto parece ser que la LOE mantiene el actual sistema de acceso a la Universidad, mediante la selectividad, mientras que sus detractores quieren que se elimine para implantar la reválida. Es decir quitemos el examen que se hace a final del Bachillerato y se llama Selectividad y pongamos en su lugar otro examen que se haga a final del Bachillerato y que se llame Reválida. ¡¿?! Otro de los puntos críticos es que al parecer la LOE elimina la asignatura de religión (con ese lema se manifestaron hace unas semanas). Actualmente la asignatura de religión es una asignatura que los colegios deben ofrecer obligatoriamente y los alumnos pueden escoger opcionalmente. La LOE dice que la asignatura de religión es una asignatura que los colegios deben ofrecer obligatoriamente y los alumnos pueden escoger opcionalmente. Yo no veo muchas diferencias, pero teniendo en cuenta que soy miope seguro que se me escapa algo. Ya se que ahora dirán que el problema es que la LOE dice que la asignatura de religión no será evaluable, ups perdón, que ahora el discurso es que sí es evaluable (es decir se ponen notas por la asignatura de religión), pero no es computable, es decir no cuenta para la obtención de becas, o dicho de otro modo la doctrina católica no compite con las matemáticas y la literatura en la determinación de la nota media que sirve para la entrega de becas. Por cierto, tampoco computan para esto los comportamientos que siguen fielmente los dictados de la doctrina anarquista (por poner un ejemplo de otra doctrina). Además en este punto de la religión estas organizaciones, que tan celosas se muestran de la libertad de los padres a la hora de elegir la educación de sus hijos, no tienen ningún reparo en pedir que los alumnos que no cursen la asignatura de religión (católica se sobreentiende) deben cursar la asignatura "El hecho religioso". Es decir si no quieres religión estudia religión, y atropellamos la libertad que deben tener los padres ateos a que sus hijos no reciban enseñanza religiosa. Al fin y al cabo parece que los únicos que tienen derecho a esa libertad son los padres católicos, y además esa libertad se debe extender no solo a decidir sobre sus propios hijos sino también sobre los hijos de los demás. Maravilloso el concepto sobre el respeto y la libertad que tienen estos individuos. Por último dicen que será el final de los colegios concertados y que los padres no podrán elegir el centro al que llevar a sus hijos. Todo porque al parecer la LOE establece algún tipo de control (dudo mucho que sea efectivo) sobre las admisiones en los colegios concertados. Ante algo así parece que se nos olvidan algunas cosas de lo que sucede actualmente. Cuando unos padres hacen una solicitud a un colegio público para que sus hijos puedan acceder a la educación, no es el colegio quien toma la decisión de admitirlo o no, sino un organismo central (de la comunidad autónoma) que establece unas listas con los admitidos en función de unos criterios más o menos objetivos (aquí como en todo se sufre la picaresca de algunos padres que entregan declaraciones de la renta erroneas, para conseguir puntos por un nivel bajo de ingresos, que posteriormente corrigen ante la AEAT). Los colegios concertados reciben dinero público para sufragar los gastos de la educación, es decir, en cierta forma, son colegios públicos de titularidad privada y por tanto lo extraño, lo anormal, es que las listas de admisión a estos colegios las gestione el propio colegio. Creo que la LOE no va a equiparar la forma de admisión tanto en los públicos como en los concertados, algo con lo que estaría plenamente de acuerdo, y se va a limitar a establecer algunos controles que me temo serán completamente insuficientes. Finalmente, y ya entrando en lo que a mí me parece la LOE, no me importaría que la retirasen pues no me parece una buena ley porque creo que no ataca los problemas reales de la educación como el bajo nivel educativo, porque no se vuelca en lo que debería ser la prioridad número uno, esto es la educación pública, porque no garantiza una educación completamente laica en el que la doctrina religiosa se imparta donde debe hacerlo, es decir en las iglesias, porque no estoy de acuerdo con que si no queda más remedio que se imparta una asignatura de religión que los profesores de esa materia se elijan mediante oposición (como el resto de profesores) y que la Iglesia Católica no tenga ningún poder de decisión sobre la contratación de estos profesionales.